domingo, 27 de febrero de 2011

Porriño 2011

Bonita carrera la de esta mañana en Porriño. Si no fuera por un par de detalles, alguno ajeno a la organización, sería para calificar de 10. Pero de eso hablaré más adelante.
Llegué justito de tiempo junto a Guineano, Sergio, Miguelo y Juancho, con bastantes problemas para aparcar. Tras recoger el dorsal y la camiseta (o debería decir camisón?), volvimos al coche para cambiarnos. Vuelta a la salida, y sin tiempo de saludar a nadie nos colocamos cada uno en su cajón de salida. La verdad es que el sistema funcionó bastante bien, evitando en gran medida los atascos de salida, sobre todo teniendo en cuenta que éramos casi 1.300 corredores pasando por calles muy estrechas. Siempre hay algún espabilad@ que se coloca donde no debe, pero con este sistema fueron los menos. Un@ de ell@s, chica en este caso, casi sufre un atropello por mi parte. Qué poca cabeciña!

Salí junto a Miguelo, a buen ritmo. Pronto, al cabo de 1 km., lo dejo ir. Son 10 kms. y no quiero que me suceda lo de jace 15 días en Lalín. Sigo a buen ritmo, alrededor de 4:45 el km. Al primer paso por meta miro el crono: 15:45. Me sorprendo, porque voy muy bien de pulmón. Si mantengo ese ritmo rondaría mi mejor marca en la distancia, algo del todo impensable con mi estado de forma actual. En la segunda vuelta el ritmo baja un poco. Al paso por el km.6 aproximadamente me cruzo con Juancho. Me hace un gesto de ir mal, sufriendo. Pero en realidad apenas le llevo 200 metros, lleva ritmo de marca personal.

Al comienzo de la tercera y última vuelta me entran las dudas. El cansancio y el calor (demasiado para la fecha en la que nos encontramos) hacen mella y ansío coger un botellín de agua en el avituallamiento. Sorpresivamente encuentro el puesto desmantelado. Pienso que sólo quedan un par de kilómetros. Sufro, pero mantengo un ritmo de 5´km. A falta de 500 metros me cruzo con Sergio, que también está sufriendo. Llega la recta final y soy incapaz de esprintar. Me adelantan varios corredores y entro en meta con un tiempo real de 48:42. Puesto 947 de 1.235. No está nada mal. Me he quedado a menos de 2 minutos de mi marca y he bajado 2:30 respecto a mi último 10.000.

A la llegada, fruta, agua, aquarius, chocolatina, roscón y CALLOS! Por cierto, muy ricos. Lástima que aún estaba digiriendo el cocido de Lalín del sábado y no pude acabar el generoso plato.
Lo peor de la carrera, ciertos impresentables (todos sabemos quienes son y de donde vienen) que corrieron "cantando" (si a eso se le puede llamar cantar) consignas homófobas y racistas (como hacen en otras carreras como la Pedestre de Santiago). En cuanto oí el primer cántico me dieron ganas de abandonar la carrera y denunciar el hecho a la organización. Hay que hacer algo con esta gente, que desluce con esas proclamas el ambiente festivo. No me importan sus consignas patriotas (que no entiendo que pintan en una carrera popular, pero bueno, otros se suben a los árboles), pero el insultar y denigrar a ciertos colectivos o personas de cierta nacionalidad me parece una razón más que suficiente para su exclusión de la carrera. Volveré al tema otro día, porque me parece lo suficientemente grave para no seguir mirando a otro lado.
Dejemos a un lado este tema. Mi enhorabuena a la organización, pero espero que el año que viene mantengan el avituallamiento hasta que el último corredor pase por allí.
Cambiando de tema, quiero mandar mis ánimos a mi pareja en el circuito de Correr en Galicia, Xan de Ris, que sufrió una lesión el sábado durante la preuba de 50 metros del Campeonato Gallego de Veteranos en pista cubierta. Es una pena, porque estaba alcanzando una forma ideal para sacarse la espinita de la VigBay del año pasado. A recuperarse pronto, campeón!
Salud y kilómetros.

sábado, 12 de febrero de 2011

Un mal día en las carreras

Todas las mañanas antes de las carreras suelo intuir como me sentiré corriendo. Y suelo hacerme caso, fiándome de las sensaciones. Pero hay días en que se comenten errores. Como hoy en Lalín. En la X Carreira Popular Virxe das Dores. Muy apropiado el nombre.

Junto a Miguelo, en los primeros metros de la carrera

Antes de la carrera sentía bastante dolor en el hombro derecho (malditas calcificaciones!) y sobrecarga en la cintilla de la pierna derecha. La cosa no pintaba nada bien. Tras calentar un poco con Paíno y Miguelo, mientras Guineano apuraba los kilómetros entrenando antes de la salida, nos dirigimos a la salida. En ese momento me doy cuenta de que no tengo el chip en la zapatilla. A correr al coche a por el. Vuelvo a la salida y me junto a Miguelo. Pronto me deja atrás, en la primera cuesta. Tras un primer kilómetro durillo, comienza una bajada hacia el paseo fluvial. Veo a Miguelo a 10 metros y fuerzo un poco para cogerlo. Vamos juntos hasta el kilómetro 3, en el que me miro el crono y veo que voy demasiado rápido: holgadamente por debajo de 14´. Decido dejar ir a Miguelo, y bajo el ritmo. De todos modos hasta el km. 5 me encuentro bien, con fuerzas. Miro el crono: 23:45. Pero a partir de ahí comienzo a bajar el ritmo en picado, y las sensaciones son malas. Me hacen mella los puentes, con un fuerte desnivel. Al comienzo de la cuesta de salida del paseo solo pienso en la meta. Veo una calle estrecha, muy empinada. No puedo. No tengo fuerza. Estoy vacío. Doy cuatro pasos andando y vuelvo a trotar. Y sigo así hasta la llegada. Sufriendo, como en la Vig-Bay 2009 (http://bardallas.blogspot.com/2010/01/se-acaba-el-ano-y-es-momento-de-hacer.html). Al final, puesto 310, 41:10 neto.

Y por fín, la meta

El resto de Patukos, en su línea. Paíno, impresionante. Guineano, pensando más en Estocolmo que en el cocido lalinés. Miguelo, sigue con su progresión que le va a llevar a hacer un tiempazo en la Vig-Bay.
He cometido el mismo error que cometía cuando empecé en esto de cruzarse Galicia entera cada fin de semana para correr con otros locos como tú. Sales, crees que puedes seguir piernas más rápidas, y al final lo pagas. Necesito encontrar mi ritmo. Hace tiempo que no lo encuentro, que no corro con fluidez. En cuanto a lo de hoy, a aprender y espero que no haya desperfectos. Mañana se verá.
Salud y kilómetros a tod@s.

jueves, 10 de febrero de 2011

Correr, Jean Echenoz

Acabo (literalmente) de acabar de leer "Correr", de Jean Echenoz. Se trata de una novela sobre la vida de Emil Zàtopek, el grande entre los grandes del atletismo de fondo. El libro es totalmente recomendable. De lectura fácil y rápida, rememora las grandes azañas del checoslovaco y sus continuos desencuentros con el régimen comunista, que acabaron por hacerle sufrir una penosa retirada del deporte.

Cambiando de tema, próxima parada: Lalín. Apenas mes y medio después de la carrera solidaria, el sábado volvemos a la tierra del Deza a participar en la X Carreira Popular Virxe das Dores, de nos 8 kms. Lástima que no sea un domingo para ir a tomar el cocido al terminar.
Salud y kilómetros.

domingo, 6 de febrero de 2011

Buscando mi equilibrio

Después de un paréntesis de más de 3 meses, provocado por un problema con el ordenador y mi falta de tiempo, os voy a poner al tanto de mi evolución en los últimos tiempos. Partamos de la media de Pontevedra, allá por finales de octubre. Aunque no estaba en la debida forma, afronté la media de Pontevedra con una inusual confianza. Y era consciente de ello. Apenas una salida realmente larga para prepararla. Pero al salir, me encontré muy bien. Cogí un ritmo cómodo, pero rápido para mis ritmos de entreno, a escasos 5´ el km. Miguel me dejó ir, reservándose en su primera media. En la segunda mitad de carrera, alrededor del km. 12, me alcanza y afrontamos el final juntos, manteniendo un ritmo vivo. Sufro en el último kilómetro y llegamos a la par, con un tiempo por mi crono de 1:47:44.
Con Miguel y Pipe, en la Media de Pontevedra.
Al fin de semana siguiente, tocó la Pedestre de Santiago. Sigue siendo mi espinita. Nunca he hecho una carrera redonda. La cuesta de Vite siempre me mata. He corrido otras carreras más duras y con mejores sensaciones. Pero Santiago, es Santiago. Nunca he bajado de 5´ el km., algo que he hecho holgadamente en carreras más largas. Mi tiempo: 1:05:08.
El fin de año, lo afronté con más tranquilidad. Carreras cortas, sin forzar. La rodilla cada día me daba más la lata, y eso me impedía mantener un ritmo de entrenos que me permitiera mejorar.
En la Solidaria de Lalín.
En enero, después de la carrera de San Xiao, decido revisar las plantillas. La ortopeda me comenta que era hora de revisarlas. Debía haberlo hecho antes. De todos modos, los cambios en mi forma de correr son evidentes. Me propone realizar unas modificaciones sobre la marcha y probar unos días. Corrige el arco, que había perdido un poco de altura, y me aporta 3 mm. más en el talón izquierdo (ya tenía 3 antes) para reducir el desequilibrio que supone tener una pierna más de un cm. más larga que la otra. Así la diferencia pasa a ser de apenas medio cm. La mejoría es instantánea. El dolor en la base del cuádriceps desaparece. Me queda una sensación extraña, pero puedo forzar sin dolor.
En San Xiao 2011
He corrido ya varios días y es cierto que todavía no estoy adaptado a esta nueva forma de andar y correr. Otros músculos y tendones sufren más, y no están acostumbrados a hacerlo. Debo ir poco a poco.
En el horizonte, las medias de primavera. Ese es el reto. Llegar en forma y mejorar mi marca.