Running in the rain

Ayer tocaba hacer la revisión de mis plantillas (ya hacía casi un año desde la anterior revisión). Tras andar y correr 5 minutos en la cinta, además de pisar sensores y otras comprobaciones, la ortopeda (supongo) me ha comentado que he mejorado mucho. La verdad es que en el último año las rodillas no me han molestado demasiado y he podido correr unas cuantas medias sin resentirme. Al ver los vídeos de mis "correres" se ve la lógica de esta mejoría. Aunque sigo tendiendo a la izquierda (mi pierna corta), ahora me enderezo al pisar con la derecha (antes mi columna seguía inclinada a la izquierda). Además, mis hombros están prácticamente a la misma altura cuando corro y mis rodillas no realizan los extraños giros que hacían antaño.

Pero todo no va a ser tan bueno. En las última tiradas he notado que se me carga  la zona del aduptor derecho. Es posible que sea a causa del desgaste del arco de la plantilla. He enviado un par a arreglar, a ver como me va. Si eso no lo soluciona, quizá deba dar unos cuanto milímetros más de altura a la plantilla  izquierda. 

Por cierto, tengo unas nuevas zapatillas de trail: las Gel Trabuco 13. Las encontré a buen precio en Decartón (85 euros) y aproveché. Ahora tengo que comprar una zapatillas normales, neutras y con buena amortiguación. Tenía pensado probar las Asics Gel Cumulus, pero la ortopeda me ha dicho que ni de broma. Para mi sorpresa me ha comentado que las zapatillas que tengo (Gel Stratus 4) son de las mejores para mis plantillas. Lo malo es que son muy difíciles de encontrar ya que creo que están descatalogadas. También me comentó que me irían bien las Saucony Triumph 7 o 8. Alguien sabe donde las puedo probar?

El Mero, cerca de A Ponte.

Por lo demás, superados los virus mocosines y estomacales, y aprovechando las vacaciones que hoy se acaban, he retomado la regularidad en los entrenos. En la última semana (desde el miércoles pasado) han sido casi 50 kms. Hoy han tocado 11 kms. por el Mero, bajo una impresionante tromba de agua. Desde A Marisqueira (al comienzo del camino de tierra, vamos) fui hasta A Ponte (antes del cruce de la carretera de Cecebre). A la ida me acompañó una ligera llovizna, pero a la vuelta se trasformó en un aguacero incesante que anegó en 5 minutos el camino y por momentos  quería arrancarme las lentillas de los ojos . En algunas zonas el agua me llegaba por el tobillo. Al llegar a A Marisqueira agradecí haberme acercado en coche.