Fin de semana de separación patukil: los más preparados a la media de Narón y Xanito y yo a la monumental, de 9.730 metros. Fiel a su cita de cada año, el frío estaba esperándonos en Lugo: alrededor de 1º antes de empezar la carrera. Después de encontrarme con Xanito, cambiarme y calentar 10 minutillos, ya estábamos preparados para la salida. Como siempre, al fondo del pelotón, esta vez con camiseta térmica, sudadera, mallas largas y braga al cuello.
Nada más darse la salida nos encontramos con Khene (me alegro de que esa rodilla vaya mejor), y con él atravesamos la salida 1 minuto y 10 segundos después del bocinazo (?) inicial. Así, de cháchara entre los 3, nos pasó el primer kilómetro (muy fluida para ser más 1.200 corredores por el casco viejo), a casi 6´. Poco después deshacemos el trío y me quedo en medio, viendo como Khene se aleja a buen ritmo. El segundo kilómetro me sale un poco más rápido y así sigo aumentando el ritmo en los siguientes kilómetros, hasta el 7, en el que marco un 5´ raspado.
Pero queda lo más duro, la vuelta a la muralla por arriba. La rampa de subida me recuerda lo mucho que sufrí el año pasado. Modero el ritmo, como el resto de atletas que me acompañan. Una vez superada la primera cuesta sólo quedan un par de ellas más, pero más cortas y menos pendientes. Salgo de la muralla. La vuelta me ha salido en 12:48, unos 30 segundos más lento que el año pasado. Unos cientos de metros más adelante entro en meta con un tiempo oficial de 55:00 y un ritmo real de 5:32. En meta espero a Xanito, que entra apenas dos minutos después.
Me ha gustado esta edición de la monumental. La verdad es que el nivel organizativo de las populares en Lugo es cada vez es mejor, superando con creces a otras ciudades con más medios.
